27.
Entre pedazos de palabras
y caricias en ruinas,
encontré algunas formas que volvían de la muerte.
Venían de desmorir.
Pero no les bastaba con eso.
Tenían que seguir retrocediendo,
tenían que desvivirlo todo
y después desnacer.
No pude hacerles ninguna pregunta,
ni mirarlas dos veces.
Pero ellas me indicaron el único camino
que tal vez tenga salida,
el que vuelve desde toda la muerte
hacia atrás del nacer,
a encontrarse con la nada del comienzo
para retroceder y desnadarse."
(Roberto Juarroz)
Entre pedazos de palabras
y caricias en ruinas,
encontré algunas formas que volvían de la muerte.
Venían de desmorir.
Pero no les bastaba con eso.
Tenían que seguir retrocediendo,
tenían que desvivirlo todo
y después desnacer.
No pude hacerles ninguna pregunta,
ni mirarlas dos veces.
Pero ellas me indicaron el único camino
que tal vez tenga salida,
el que vuelve desde toda la muerte
hacia atrás del nacer,
a encontrarse con la nada del comienzo
para retroceder y desnadarse."
(Roberto Juarroz)
Acontece en un cementerio que dos puntos contemporáneos cercanos. Alineados en una fecha especifica, por un hecho especifico:
A los 29 años después de su nacimiento, Edgardo Pino, con 10797 días de vida, se iría del mundo material en el año 1986. Dejando dos hijos nacidos, dos embriones perdidos y su mujer embazada. Atropellado por un camión mientras volvía a casa en bicicleta.
29 años después, su hijo, Emiliano Pino, con 10797 días vividos, decide ir a llorar frente a la respectiva tumba de padre, un embarazo perdido recientemente.
La muerte de un padre, la perdida de un embarazo, Emiliano en la linea entre la vida y la ausencia,
Pensó: 10797 días, en ese instante, con 10797 de por medio entre los 10797 días que vivió su padre.
Se vio: con la misma cantidad de días que había vivido su progenitor, saliendo a caminar para afrontar una tristeza.
Supo que: la muerte visita cada 10797 días (aproximadamente), pero esta vez a que despedir un "nadie" osea un embrión.
Sin todavía tener en claro lo que le estaba pasando, llegó al cementerio donde está guardado su padre. Empezó a hablar con ese pedazo de mármol inscrito con el nombre de su padre, narrándo la historia de ese embarazo extraviado en el cosmos. Se explicó con detalles. Habló de amor y se vio triste. Se dio asco y simplemente por asco, corrió hasta su casa, tomó sus trastos: bicicleta, maquillaje, y vestuario. Llamó a sus amigos, aquellos que nunca dicen que "no"; y lo escucharon como si él supiera lo que estaba hablando, como si fuera un profeta, pero era un idiota que necesitaba ayuda. Registraron con vídeo, foto y música esta intervención en el cementerio:
A los 29 años después de su nacimiento, Edgardo Pino, con 10797 días de vida, se iría del mundo material en el año 1986. Dejando dos hijos nacidos, dos embriones perdidos y su mujer embazada. Atropellado por un camión mientras volvía a casa en bicicleta.
29 años después, su hijo, Emiliano Pino, con 10797 días vividos, decide ir a llorar frente a la respectiva tumba de padre, un embarazo perdido recientemente.
La muerte de un padre, la perdida de un embarazo, Emiliano en la linea entre la vida y la ausencia,
Pensó: 10797 días, en ese instante, con 10797 de por medio entre los 10797 días que vivió su padre.
Se vio: con la misma cantidad de días que había vivido su progenitor, saliendo a caminar para afrontar una tristeza.
Supo que: la muerte visita cada 10797 días (aproximadamente), pero esta vez a que despedir un "nadie" osea un embrión.
Sin todavía tener en claro lo que le estaba pasando, llegó al cementerio donde está guardado su padre. Empezó a hablar con ese pedazo de mármol inscrito con el nombre de su padre, narrándo la historia de ese embarazo extraviado en el cosmos. Se explicó con detalles. Habló de amor y se vio triste. Se dio asco y simplemente por asco, corrió hasta su casa, tomó sus trastos: bicicleta, maquillaje, y vestuario. Llamó a sus amigos, aquellos que nunca dicen que "no"; y lo escucharon como si él supiera lo que estaba hablando, como si fuera un profeta, pero era un idiota que necesitaba ayuda. Registraron con vídeo, foto y música esta intervención en el cementerio:
Actuación: Emiliano Pino
Fotografía: Alejandra Valdéz y Alejandro Hillier
Registro y Edición en Video: Alejandro Hillier
Músicalización: Alexis Perepelicya
Idea y Dirección General: La Chinche Negra
Locación: Cementerio El Salvador
Rosario - Argentina
20/11/2012
Fotografía: Alejandra Valdéz y Alejandro Hillier
Registro y Edición en Video: Alejandro Hillier
Músicalización: Alexis Perepelicya
Idea y Dirección General: La Chinche Negra
Locación: Cementerio El Salvador
Rosario - Argentina
20/11/2012